El nombre de la ciudad está relacionado a su pasado, cuando servía de paso para troperos que llevaba el ganado por los campos de arriba de la Sierra, al fin del siglo XIX. Al llegar a la cima de la Sierra, tanto troperos como inmigrantes, encontraban un pequeño campo de pasto suave y verde que servía de reposo y reenergiza sus fuerzas. Este pasto (gramado en portugués), según algunos, fue responsable por el bautismo de la ciudad. Hay otros que creen que el origen del nombre de la ciudad se debe al acceso del Vale dos Sinos a la Serra, por la Serra Grande, que inspiraba mucho cuidado en la travesía y era llamado de Gramado.

La colonización europea, iniciada por inmigrantes lusos, en 1875, seguida por los alemanes, cinco años más tarde y también por inmigrantes italianos, venidos de Caxias do Sul, que hace frontera con Gramado. Al mismo tiempo en que desarrolló las tradiciones culturales de los descendientes europeos, la ciudad también mezcla los aspectos del gauchismo. Tamaña diversidad solo viene a volver la ciudad todavía más encantadora, pues el resultado de esas mezclas puede ser encontrado todavía hoy, en la culinaria variada y en la arquitectura del municipio.

Las bellezas naturales que se forman por el paisaje serrano, con florestas de araucarias, pájaros y otros animales silvestres, además de la neblina característica de la sierra, le dan un aire muy especial a este refugio. La vocación Gramadense para el turismo fue deflagrada justamente por su aire puro y temperaturas amenas en el verano y con acontecimiento de nieve en el invierno. En esta época del año, la helada crea paisajes inolvidables en los puntos turísticos de la ciudad.

El municipio de Gramado fue creado por la Ley 2.522 el 15 de diciembre de 1954, después de ser emancipado de la ciudad de Taquara. A lo largo de estos años, la ciudad desarrolló una amplia y calificada infraestructura receptiva, que la colocó en el tope de los destinos en Rio Grande do Sul y la sierra gaúcha entre los tres de Brasil.